La
Catedral antigua
Su construcción inició en 1607, pero aún hoy ignoramos quién fue el autor
del proyecto. Sin embargo, estamos seguros de que los trabajos fueron dirigidos
por el arquitecto palermitano Giuseppe Gasdia a partir de 1615. En los
documentos de los archivos del municipio, que sobrevivieron a la destrucción
provocada por distintos conflictos bélicos, se encuentran pruebas del
suministro de los bloques de piedra que embellecen arcos, pilares, cornisas y
ventanales, todos esculpidos por Salvatore Lo Servo y otros maestros que se
subsiguieron en las primeras tres décadas del siglo XVII. En cambio se remonta
a 1622 el suministro de los bloques de piedra de Siracusa de la cornisa
externa, embellecida con elegantes capiteles corintios, algunos de los cuales
representan el águila entre dos grifones con un perro en las garras, fiel
reproducción de un capitel descrito en la Tabla XXX del famoso tratado de
arquitectura de JacopoBarozzi deVignola (1562).
El zodiaco, la meridiana y la escultura en mármol que representa la
Virgen María, dan mayor esplendor a la fachada principal de la Catedral sobre
la cual destacan los restos del campanario.
Los primeros oficios religiosos se celebraron en 1616, cuando el edificio
aún no estaba terminado. En 1860 con motivo de una de las guerras para la
unificación de Italia, por entonces dividida en pequeños Estados, la Catedral
se transforma en un cuartel. Fue profanada y sometida a innumerables actos
vandálicos iniciados por los militares a los cuales siguieron los de los
propios habitantes de Milazzo. Mármoles y pavimentos fueron arrancados y saqueados,
mientras que las decoraciones en madera fueron destruidas. Solo se salvaron los
cuadros y los elementos de plata, trasladados por los sacerdotes a las otras
iglesias en julio de 1860. La única excepción la constituyó el cuadro del
“Nacimiento”, aún en su lugar en 1914, que se salvó porque se encontraba
al fondo de la iglesia a muchos metros de altura. Los daños no cesaron tampoco
en el siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial, la Catedral se transforma de
nuevo en un cuartel y en prisión para los oficiales austro-húngaros. Los daños
esta vez comportaron la destrucción del Oratorio del Santísimo Sacramento
ubicado bajo la Iglesia.
La construcción sobrevivió a la Segunda Guerra mundial y el edificio,
abandonado y en estado de degrado, fue restaurado en 1999.
Extracto de las actas de la sesión del Ayuntamiento
de Milazzo del 25 de julio de 1607 en la cual se decide construir una nueva
Catedral, financiando su construcción con los recursos provenientes de la indemnización
de la vieja catedral que se encontraba al interior del baluarte de Santa María,
expropiada por el Estado por exigencias militares (archivo histórico de la
Ciudad de Milazzo)
Armarios de la Sacristía destrozados, hacia 1930
(archivo de la Superintendencia de Messina):
Exterior de la Catedral, alrededor de 1925 (archivo del doctor Giuseppe
Bucca - Milazzo):